La spietata negazione dello spirito
spirito.
La oscuridad embiste a los que huyen.
La piel del insomnio se rompe sin sol.
La tierra atrapa el relámpago,
y tú caes vivo en la tumba que has construido.
Avergonzado, te arrancas el entierro de las pestañas,
Y siempre, aunque cayendo, vives.
No es el diluvio, sabes...
Siempre ha sido la lluvia.
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